Construyendo un nidal atrapahuevos

 Las gallinas suelen aprender la mala costumbre de comerse los huevos que van poniendo. Aprenden que el huevo es comestible por casualidad, cuando rompen alguno al entrar o escarbar en el nidal. Una vez que lo prueban, es difícil reeducarlas. Los alumnos de primero y segundo de ESO en los recreos están construyendo un nidal tramposo que permite que el huevo ruede en cuanto es puesto y quedé oculto en un compartimento. De esta manera, podremos seguir con la reproducción de esta raza en peligro.



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